Los movimientos de la televisión son a veces bruscos y
descolocan al público y a los que trabajan en ella. La sorpresiva decisión de
instalar definitivamente al "Soñando por cantar" en el teatro
Niní Marshall de Tigre, para algunos no tiene una sola lectura: al menos
podemos contar dos que son las que más suenan en el medio.La primera hipótesis, es que por un tema de costos, las finales de esta
primera etapa del Soñando se hacen en el Tigre, con finalistas
provinciales y compitiendo entre ellos. Con esto llegarían hasta agosto
cuando Pol-ka tenga lista la nueva tira "Sos mi hombre",
con Luciano Castro y Celeste Cid.
la segunda hipótesis, casi novelesca, es que frente al éxito de Mariano
Iúdica y su ciclo, Marcelo Tinelli intenta frenar un poco ese avance
cortando los viajes y la gira nacional que tan buen suceso le dio al concurso, obligándolo
a quedarse en un sólo lugar, y manejando un poco mas él, todo lo concerniente
al show de nuevos talentos. ¿Celos? Suena difícil de creer. Este fin de semana algunas versiones barajaron la
posibilidad de continuar con el ciclo de Iúdica en una emisión semanal -¿los
viernes?- en fases de finales, para no discontinuarlo del aire, sobre todo
hasta ver la suerte de "Sos mi hombre" y no sacar del aire un éxito.
La verdad no la conocemos, igual no deja de ser muy llamativo que un programa
que supera holgadamente los 20 puntos de rating todos los días sea
sacado de la grilla para poner un ciclo nuevo con todos los riesgos que eso
implica, pero la televisión a veces no se explica tan simplemente, hay intereses,
egos y negocios que se esconden detrás del show y los papelitos.
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